Autor: Isabel Allende
Idioma: Español
Año: 2009
Me encantan los libros
de Isabel Allende. ME ENCANTAN. Admito que no he leído todos, pero es una de
mis autoras favoritas. He querido leer este libro desde que salió hace un par
de años pero entre una cosa y otra se me escapaba. Ahora que lo terminé ME
ENCANTA, y no esperaba menos.
La historia gira
alrededor de Zarité, conocida como Teté. Nació esclava al llegar a la isla de
Saint-Domingue (hoy conocida como Haití) a finales del s. XVIII. Fue comprada y
educada por Violette Boisier para servir a Toulouse Valmorain, un francés rico
dueño de una plantación de azúcar. Como ella misma lo dice, Zarité tuvo
bastante suerte en su vida a pesar de ser una esclava. Obviamente nacer en la
esclavitud es horrible y no tiene nada de buena suerte, pero a lo que se
refiere es que no sufrió tanto como otros explotados en los cañaverales. Gracias
a Violette, fue destinada a ser una esclava doméstica desde niña; la vida en
los cañaverales era HORRIBLE.
La plantación de
Valmorain no era la excepción. A pesar de que el hombre tenía ciertas nociones
humanistas, Valmorain pecaba de ser un inepto de poco coraje que
nunca se atrevió a hacerle caso a su precario sentido de la moral. Se hacia la
vista gorda y se limitaba a incomodarse cuando su capataz hacia atrocidades con
sus esclavos. Creía que como no era él quien las hacía, se libraba de toda
culpa. Y como a su alrededor había gente que era barbárica, se creía bondadoso
y piadoso por tratar con menos violencia a sus esclavos. Por eso, no veía como
crimen violar a Teté y a otras esclavas.
Zarité no era una
mujer de carácter ni de osada valentía o inteligencia pero era una mujer con
sentido común, con un amor enorme por la vida y por sus seres queridos y mucha
astucia en el trato con las personas. Supo jugar sus pocas cartas para
conseguir la libertad, aunque demoró bastante en conseguirla ya que (en mi
humilde opinión) las grandes decisiones en su vida siempre eran tomadas por
otras personas, aún cuando era libre.
Hay muchísimos
personajes en esta historia y todos afectan el destino de otros constante e
insospechadamente. Eso es una de las cosas que más me gustan de Allende, me
parece bastante realista. Aún así, Violette es mi personaje favorito. Es
una mujer muy astuta y a la vez bondadosa.
Peca de ser egoísta en sus intereses pero vela por los suyos. Violette aparece joven
como una prostituta de alta sociedad que si bien al principio me cayó un poco
pesada por ser tan vanidosa y ociosa, su practicidad para todo en la vida me
pareció genial.
Más adelante, se casa
y adopta al hijo de Teté y Valmorain sin saber quién era su madre. Valmorain, no queriendo hacerse cargo de un
hijo bastardo, se lo mandó a arranchar de los brazos a Teté y se lo llevó a Violette.
La mujer, su marido y su esclava Loula (quién era más su amiga y protectora que esclava) terminan queriendo al niño como suyo y
eventualmente piden la legalización del trato en secreto.
Violette era mulata pero
aparentaba ser blanca. La verdad yo no entiendo bien cuándo la gente se
considera mulata, mestiza, etc. Pero el libro dice que (y lo voy a citar) “Entre
los mulatos libres o affranchis existían más de sesenta clasificaciones según
el porcentaje de sangre blanca, que determinaba su nivel social.” Nunca llega a
mencionarlos todos porque ni los mismos personajes los conocían ni sabían
reconocer. Yo al principio no hacía mayor distinción en mi cabeza más que
libres y esclavos pero en verdad el libro trata mucho de racismo y un par de
veces tuve que rehacer la imagen que tenía en la cabeza de algunos personajes.
La esclavitud y el racismo
tiñen cada palabra del libro y encuentras personajes que luchan arduamente
contra ellos, especialmente contra la esclavitud. Entre los esclavos que se
sublevaban (algunos de manera más admirable que otros) estaba Gambo, el primer
y gran amor de Teté. A pesar de que nunca se dejaron de querer, ambos optaron
por luchar por metas distintas: Gambo
luchó por la abolición de la esclavitud y Teté por la vida y libertad de sus hijos. Para
cuando Gambo pasó a ser una leyenda de la emancipación, Teté se encontraba en
Nueva Orleans, al fin libre.
No todos los que
luchaban por la igualdad eran esclavos. Maurice, el hijo legítimo de Valmorain con su primera esposa, era otro. Teté lo crió desde que nació y nunca conoció a
otra madre; ni tampoco a otra hermana más que Rosette, la segunda hija de Teté
y Valmorain. Se enamoraron desde pequeños y, hasta donde quedó el libro, nunca
dejaron de quererse, a pesar de ser medio hermanos.
Sin embargo esa unión
nunca me agradó, no solo porque era incestuosa si no que Rosette me cayó pésimo
hasta casi el final del libro. Era imprudente, orgullosa y mandona con Maurice,
quien a su vez era llorón y mimado. Ambos eran mimados. No fue hasta que la
segunda esposa de Valmorain, que me caía aún peor, le hizo un desaire que
comprendí que Rosette pecaba de ser demasiado segura de sí misma, y eso era algo
que no se podía refregar en la cara de todos ni lucir abiertamente en su
situación. Era muy injusto, pero así era. Y justo cuando lo comprendí y me
congracié con ella… por primera vez en su vida puso los pies en la tierra y le
pasaron mil desgracias.
El libro habla de la
esclavitud y el racismo en sus antiguas escalas gigantes y te hace reflexionar
sobre cómo hoy en día, si bien ya no es tan grande como antes, lamentablemente aún existe y no distingue razas ni edades. Y aunque no está a la vista de muchos, en verdad no pasa tan lejos de uno...
Otra cosa en la que me
hizo pensar y me sentí recontra tonta por nunca haberlo hecho antes fue el
azúcar. El boom del azúcar hizo que la esclavitud se eleve a magnitudes nunca
antes vistas. La gente en África era raptada de sus casas y sus familias y
embarcadas a América, Asia o Europa. Millones murieron en el camino y otros más
en las plantaciones. En verdad es digno de una película de terror... y todo por
el azúcar. AZÚCAR. Algo que hoy en día nos parece tan trivial y doméstico. Jamás
me había preguntado sobre la historia del azúcar ni imaginado como era antes de
que su uso fuera tan común (antes endulzaban con miel, jiji).
Buenísimo el libro, y no esperaba menos.
Para considerar:
- La Casa de los Espíritus, de Isabel Allende.
- The House of the Spirits, dirigida por Bille August (1993).
- The Help, dirigida por Tate Taylor (2011).
- The Secret Life of Bees, de Sue Monk Kidd.
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